Los primeros documentos que se tienen de la población son del siglo XII (con Pedro Atares como propietario, recordar Pedro Atares (nace alrededor de 1083 Borja, fallece en 1151 Borja) fue el fundador del Monasterio de Veruela, noble de la familia real de Aragón, su madre fue Teresa Cajal (hermana de Fortún Garcés Cajal que fue un hombre de los más ricos y poderosos del Reinó de Aragón, llegando a ser mayordomo de Alfonso I el batallador).
Los siguientes datos ya del siglo XIV nos indican que el poblado pertenecía a Teresa García de Loriz casada con Jordán Pérez de Urries (gobernador de Aragón). La familia destacada de los Pérez-Calvillo de la que Don Pedro Pérez Calvillo fue obispo de Tarazona durante 37 años desde 1354 a 1391; compra al anterior propietario Teresa García de Loriz varias propiedades en Tarazona y alrededores, así como los lugares de Cunchillos y Samangos. El sobrino del obispo Pérez Calvillo firma un acuerdo con el Cabildo de la Catedral de Tarazona para cambiar unos terrenos que poseían en Cunchillos por el señorío de Samangos, este documento notarial data del 17/08/1376.
El Cabildo de la Catedral de Tarazona ya era propietario de Grisel desde el año 1351, por lo cual la historia de ambos pueblos (Grisel y Samangos) fue paralela, hasta la desaparición de Samangos pasando estas tierras al potestad de Grisel.
También se asegura que el lugar de Samangos se encontraba habitado muchos años antes, pues en una elevación cercana se pueden ver unos restos de un torreón o castillo. El torreón de origen musulmán y ubicado en tierras fronterizas seria usado en las innumerables batallas durante la edad media y así también en la Guerra de los dos Pedros, conflicto entre castellanos y aragoneses (1357 / 1369).
Los moros o mudéjares que vivieron tanto en Grisel como en Samangos lo hicieron antes de la conquista del rey aragonés Alfonso I “el batallador” la cual fue hacia el año 1119. El rey aragonés a su vez otorga un FUERO que se extiende a pueblos vecinos, permitiendo quedarse en los pueblos a los moros que quisieran, manteniendo sus costumbres y prácticas religiosas tributando por ello con un impuesto especial.
Junto a la tradicional actividad agrícola y ganadera, los pocos vecinos de Samangos se ocupaban de oficios como la tejería y la alfarería; de ahí que todavía pueden verse cantidad de estos restos en los entornos de la ermita.
En el FOGAJE de 1495 (censo del Reino de Aragón) ordenado por el rey Fernando El Católico para el cobro de los impuestos, Samangos no aparece mencionado como núcleo independiente y a la largo del siglo XVI. Los propietarios como ya dijimos que era el Cabildo de Tarazona, mandan y ordenan en varias ocasiones que los vecinos de Samangos vuelvan a sus respectivas haciendas de QUIÑON (porción de tierra de cultivo repartida en usufructo entre los vecinos de un pueblo por un período determinado) a vivir en sus respectivos lugares. Tras inútiles llamamientos por parte del cabildo para que Samangos vuelva a ser habitado; a comienzos del siglo XVII los concejos de Grisel y Samangos en el año 1605 aparecen fusionados en una sola ordenación.
Un hecho definitivo para el total abandono de Samangos fue la expulsión de los moriscos en 1610.
En 1526 los musulmanes que habitaban en España fueron obligados a ser bautizados y convertirse al cristianismo, recibiendo el nombre de moriscos.
Después de ésta, más forzada que real, conversión, fueron perseguidos por la Santa Inquisición y tras varias rebeliones, el rey Felipe III ordenó su expulsión en 1609.
En el QUINQUE LIBRIS (los "quinque libri"; son libros gestionados y dispuestos por la iglesia que recogen los actos sacramentales más importantes en la vida de un cristiano: bautismo, comunión, confirmación, matrimonio y defunción). En el volumen II, de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Grisel una sucinta nota nos da fe de esta expulsión:
“Los moriscos de los lugares de Grisel y Samangos salieron de España por mandato del rey don Phelippe terçero de Castilla y segundo de Aragón en compañía de los moriscos de Santa Cruz y Cunchillos, a diez y seys días del mes de agosto, de lunes de San Roque, año de la encarnación de Nuestro Señor Jesucristo mil seyscientos y diez, siendo obispo de Taraçona el muy religioso y sierbo de Dios don fray Diego de Yepes, y vicario de los dichos lugares mossen Juan Baztan y Varreneche. Poblase el lugar de Grisel después de la expulsión de dichos moriscos el mesmo año. Sea todo a honra y alabanza de Nuestro Señor Jesucristo y la Virgen Maria, por siempre jamás. Amen”.
Según el censo que se realiza por la expulsión de los moriscos, de Samangos salen el 16 agosto del 1610 hacia el destierro unos 40 moriscos los cuales habitaban en 8 casas; después de ello el poblado queda totalmente deshabitado.
Después de varios años de negociación, en el año 1617 el cabildo de Tarazona (propietario de las tierras) logra repartir varios lotes de tierra de la zona; a Samangos llegan tan solo 5 familias (la mitad que con los moriscos) lo cual complico la viabilidad como poblado independiente.
A partir de entonces pocas veces se encuentra o menciona al poblado de Samangos en archivos del cabildo, salvo que en el año 1612 el cabildo cede unas tierras para que en un solar levanten una ERMITA donde rezar las oraciones. También hay unas anotaciones y es nombrado el poblado de Samangos por el cabildo en diciembre de 1715, por consecuencia de que unos vasallos de Grisel y sin permiso del cabildo, habían quitado y robado distintos materiales en las casas. Agravando con ello más la situación para que las casas fueran poco a poco abandonadas. Ello propago a que en un tiempo indeterminado del siglo XVII las tierras de Samangos fueran anexionadas a Grisel.
Hoy en día el único vestigio y huella que queda de poblado de Samangos es su ERMITA; donde cada 23 de Abril llegan en procesión habitantes o allegados de Grisel para recordar una tradición inmemorial, la vuelta de los moriscos que habitaban Samangos desde Grisel hacia finales del siglo XVI.
La ermita la cual no se sabe con seguridad su construcción, es un modesto edificio de ladrillo tapial; lo que si hay datos es que fue restaurada con aportaciones de los vecinos de Grisel en el año 1977. La pésima calidad de su estructura y de la cubierta del tejado dio paso a que su estado fuese empeorando con el tiempo, por lo cual Ayuntamiento de Grisel y Diputación de Zaragoza procedieron a una restauración más seria y acorde con los materiales actuales entre los años 2009 y 2010.
El Cabildo de la Catedral de Tarazona ya era propietario de Grisel desde el año 1351, por lo cual la historia de ambos pueblos (Grisel y Samangos) fue paralela, hasta la desaparición de Samangos pasando estas tierras al potestad de Grisel.
También se asegura que el lugar de Samangos se encontraba habitado muchos años antes, pues en una elevación cercana se pueden ver unos restos de un torreón o castillo. El torreón de origen musulmán y ubicado en tierras fronterizas seria usado en las innumerables batallas durante la edad media y así también en la Guerra de los dos Pedros, conflicto entre castellanos y aragoneses (1357 / 1369).
Los moros o mudéjares que vivieron tanto en Grisel como en Samangos lo hicieron antes de la conquista del rey aragonés Alfonso I “el batallador” la cual fue hacia el año 1119. El rey aragonés a su vez otorga un FUERO que se extiende a pueblos vecinos, permitiendo quedarse en los pueblos a los moros que quisieran, manteniendo sus costumbres y prácticas religiosas tributando por ello con un impuesto especial.
Junto a la tradicional actividad agrícola y ganadera, los pocos vecinos de Samangos se ocupaban de oficios como la tejería y la alfarería; de ahí que todavía pueden verse cantidad de estos restos en los entornos de la ermita.
En el FOGAJE de 1495 (censo del Reino de Aragón) ordenado por el rey Fernando El Católico para el cobro de los impuestos, Samangos no aparece mencionado como núcleo independiente y a la largo del siglo XVI. Los propietarios como ya dijimos que era el Cabildo de Tarazona, mandan y ordenan en varias ocasiones que los vecinos de Samangos vuelvan a sus respectivas haciendas de QUIÑON (porción de tierra de cultivo repartida en usufructo entre los vecinos de un pueblo por un período determinado) a vivir en sus respectivos lugares. Tras inútiles llamamientos por parte del cabildo para que Samangos vuelva a ser habitado; a comienzos del siglo XVII los concejos de Grisel y Samangos en el año 1605 aparecen fusionados en una sola ordenación.
Un hecho definitivo para el total abandono de Samangos fue la expulsión de los moriscos en 1610.
En 1526 los musulmanes que habitaban en España fueron obligados a ser bautizados y convertirse al cristianismo, recibiendo el nombre de moriscos.
Después de ésta, más forzada que real, conversión, fueron perseguidos por la Santa Inquisición y tras varias rebeliones, el rey Felipe III ordenó su expulsión en 1609.
En el QUINQUE LIBRIS (los "quinque libri"; son libros gestionados y dispuestos por la iglesia que recogen los actos sacramentales más importantes en la vida de un cristiano: bautismo, comunión, confirmación, matrimonio y defunción). En el volumen II, de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción de Grisel una sucinta nota nos da fe de esta expulsión:
“Los moriscos de los lugares de Grisel y Samangos salieron de España por mandato del rey don Phelippe terçero de Castilla y segundo de Aragón en compañía de los moriscos de Santa Cruz y Cunchillos, a diez y seys días del mes de agosto, de lunes de San Roque, año de la encarnación de Nuestro Señor Jesucristo mil seyscientos y diez, siendo obispo de Taraçona el muy religioso y sierbo de Dios don fray Diego de Yepes, y vicario de los dichos lugares mossen Juan Baztan y Varreneche. Poblase el lugar de Grisel después de la expulsión de dichos moriscos el mesmo año. Sea todo a honra y alabanza de Nuestro Señor Jesucristo y la Virgen Maria, por siempre jamás. Amen”.
Según el censo que se realiza por la expulsión de los moriscos, de Samangos salen el 16 agosto del 1610 hacia el destierro unos 40 moriscos los cuales habitaban en 8 casas; después de ello el poblado queda totalmente deshabitado.
Después de varios años de negociación, en el año 1617 el cabildo de Tarazona (propietario de las tierras) logra repartir varios lotes de tierra de la zona; a Samangos llegan tan solo 5 familias (la mitad que con los moriscos) lo cual complico la viabilidad como poblado independiente.
A partir de entonces pocas veces se encuentra o menciona al poblado de Samangos en archivos del cabildo, salvo que en el año 1612 el cabildo cede unas tierras para que en un solar levanten una ERMITA donde rezar las oraciones. También hay unas anotaciones y es nombrado el poblado de Samangos por el cabildo en diciembre de 1715, por consecuencia de que unos vasallos de Grisel y sin permiso del cabildo, habían quitado y robado distintos materiales en las casas. Agravando con ello más la situación para que las casas fueran poco a poco abandonadas. Ello propago a que en un tiempo indeterminado del siglo XVII las tierras de Samangos fueran anexionadas a Grisel.
Hoy en día el único vestigio y huella que queda de poblado de Samangos es su ERMITA; donde cada 23 de Abril llegan en procesión habitantes o allegados de Grisel para recordar una tradición inmemorial, la vuelta de los moriscos que habitaban Samangos desde Grisel hacia finales del siglo XVI.
La ermita la cual no se sabe con seguridad su construcción, es un modesto edificio de ladrillo tapial; lo que si hay datos es que fue restaurada con aportaciones de los vecinos de Grisel en el año 1977. La pésima calidad de su estructura y de la cubierta del tejado dio paso a que su estado fuese empeorando con el tiempo, por lo cual Ayuntamiento de Grisel y Diputación de Zaragoza procedieron a una restauración más seria y acorde con los materiales actuales entre los años 2009 y 2010.
La localidad de Grisel, como cada 23 de abril, volvió a recordar la expulsión de los moriscos del pueblo a principios del siglo XVII. Con el almuerzo en la ermita de Samangos, las procesiones tradicionales, las cortesías de las banderas y el dance del paloteao, culminaron las XXII Jornadas Culturales San Jorge organizadas por la asociación La Diezma y el Ayuntamiento griselero.
"Las Cortesías' de Grisel" Fiesta de Interés Turístico en Aragón
Así se publicó este martes en el Boletín Oficial de Aragón que reconoce la singularidad de este festejo que tiene lugar cada 23 de abril.
lunes 16 de agosto se cumplían cuatrocientos años de la expulsión de los moriscos de Grisel y del extinto poblado vecino de Samangos. Por este motivo, la localidad celebró esta feria en la que no faltó el mercado medieval o las representaciones teatrales, además de una introducción histórica.
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